Sistema electoral mayoritario

El sistema mayoritario con circunscripciones unipersonales no solo es del Reino Unido sino también el de Francia, Alemania (para la mitad de la Cámara), EEUU, Japón, Nueva Zelanda, Canadá….

Los miembros del Parlamento los eligen los ciudadanos y es el único sistema en el que cada ciudadano tiene su representante (lo haya votado o no) y puede ponerse en contacto con él y participar tanto como desee. Esa responsabilidad de representar a los ciudadanos de su circunscripción hace que no haya disciplina de voto en la Cámara, hasta el punto de que los partidos designen un whip (látigo) que tiene por misión tratar de convencer a sus miembros en el partamento que voten lo que quiere el partido en las votaciones mas críticas.

En España en cambio los diputados son elegidos por los líderes de los partidos que ya tienen una idea bastante aproximada de los puestos de cada lista que pueden obtener. Antes de celebrarse las elecciones ya están «elegidos» el 90% de los diputados quienes solo representan a quien les puso en la lista. El ciudadano español no sabe quien le representa porque no le representa nadie. Si alguién cree que le representa el partido al que votó que haga la prueba de dirigirse a él en algún tema (como he probado a hacer yo repetidas veces) y vera como ni le contestan.

El sistema mayoritario proporciona normalmente gobiernos fuertes y suele impedir nefastas alianzas de perdedores. Ello garantizando a su vez la mejor representación de las minorías.

El cambio

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Ahora que hay elecciones, los partidos políticos  proclaman que hay que hacer el cambio y lo explican con vagas proposiciones que son más bien orientaciones ideológicas que programas concretos de gobierno.

Hay mucho discurso del cambio, pero, salvo excepciones, no detallan las medidas a aplicar ni en su caso como se financian. Claro que después, el partido que gobierne hará los cambios que quiera y pueda con independencia de las propuestas electorales y los ciudadanos no podremos decir nada en los próximos cuatro años.

El PSOE insiste hasta la saciedad que hay que hacer el cambio, lo que parece que no ha conseguido hacer en los 21 años en que ha gobernado desde 1982, cuando precisamente llegó al poder en 1982 con el lema del cambio. El PP ha gobernado desde entonces 12 años que podían haber sido suficientes para implementar mucho de lo que ahora propone. Los otros dos partidos,  que hasta ahora no han gobernado, insisten todavía más en “el cambio”. 

Y es que el discurso del cambio es un espejismo para atraer a la ciudadanía. Los cambios más importantes que hicieron PSOE y PP en sus mandatos se produjeron por decisiones ajenas a las propuestas electorales. Decisiones importantes tales como la cesión a las Autonomías de la Sanidad y Educación, el abandono de la energía nuclear, la participación en la guerra de Irak,  subir el déficit hasta el 10%, “aceptar lo que venga de Cataluña”……etc., ni estaban en los programas ni había sido explicada suficientemente su incidencia.

Y es que parece que el verdadero significado del discurso del cambio es el clásico “quítate tu que me pongo yo”.

 

Soberanía popular

Soberania popular

En España la soberanía popular está delegada a los partidos políticos. La única participación ciudadana consiste en depositar una papeleta en una urna cada cuatro años. Ningún ciudadano sabe que persona en concreto le representa porque no existe. Los diputados los elige el jefe de cada partido poniéndolos en la lista.

En los sistemas electorales de Francia, Alemania (para la mitad de la Cámara), Reino Unido, Japón, EEUU, Canadá o Nueva Zelanda, en cada circunscripción se elige solamente a un representante. El que resulta elegido representa a todos los ciudadanos de su circunscripción. Los ciudadanos de estos países pueden contactar con su representante tanto como deseen. Cada diputado tiene muy en cuenta lo que cree que votaría la mayoría de sus representados y por ello muchas veces rompen la disciplina de voto de su partido.

Esta cultura de representación política hace que, con el tiempo, el sentir ciudadano de las cuestiones que hay que legislar fluya al poder político y se legisle según le conviene al país. En España la inexistencia de representantes produce un distanciamiento entre el pueblo y los legisladores. El desarrollo legislativo se «cuece» en el partido político de turno que gobierna sin tener en cuenta la opinión de los ciudadanos.

Sería lógico, por ejemplo, cambiar el sistema electoral y elegir 500 diputados en 500 circunscripciones uninominales, es decir eligiendo a un representante en cada circunscripción. A cambio de este aumento de 350 a 500 el Senado se podría suprimir. Este sistema electoral se denomina también sistema mayoritario porque se elige a quien tiene la mayoría de votos en cada circunscripción.

En la práctica, este sistema produce mayorías absolutas y en consecuencia gobiernos estables que no dependen de concesiones a grupos minoritarios. Con este sistema los intereses minoritarios están mejor representados pues existe el canal de comunicación a través de los representantes que puede ser activado día a día.

Otro gran déficit democrático que hay en España es la falta de separación de poderes que se explica por sí sola y todos conocen.

El coñazo de la política

Congreso de los DiputadosLas discusiones interminables para formar el nuevo gobierno son un coñazo, término que la Real Academia de la Lengua define como cosa latosa, insoportable. Ello se debe al sistema electoral que nos endilgaron, que siendo proporcional (corregido por la ley D´Hont) no prevé una segunda vuelta entre los dos partidos más votados.

Si en vez del sistema de listas de candidatos elegidos por los líderes de los partidos hubieran optado por un sistema mayoritario, como en los países occidentales más relevantes, algún partido hubiera tenido la mayoría absoluta. Además cada diputado habría sido elegido por los ciudadanos de su circunscripción y habría una autentica democracia representativa. No ocurriría como ahora que el 90% de los diputados los eligen de hecho los líderes de los partidos y no los ciudadanos. Cada ciudadano sabría quien le representa y podría contactar con él cuanto deseara y por consiguiente las minorías estarían mejor representadas.

Pero este sistema que no determina quien debe gobernar ni prevé una segunda vuelta es lo que tenemos y todo depende de la voluntad de los partidos políticos y de sus líderes. El más votado parece lógico que sea el que gobierne pues aventaja al segundo en 51 diputados. Pero el segundo dice que no, a pesar de haber cosechado los peores resultados de su historia después de haber gobernado más de veinte años en los últimos treinta.

El tercero es muy radical y también dice que no, y el cuarto es muy minoritario y en la práctica también dice que no. Su posición es surrealista, es decir irracional o absurda: cuestiona al líder más votado, dice no a hacer un pacto, votará no a la investidura y solo admite la abstención en la segunda votación de investidura, lo que no resuelve.

Lo que puede pasar es que haya unas terceras elecciones, que sustituyan de hecho a la segunda vuelta, siendo los ciudadanos quienes decidan si quieren seguir con el mismo coñazo o se decantan por votar a quien tiene que gobernar. No sería una sorpresa que los partidos minoritarios siguieran perdiendo apoyo popular y que el partido mayoritario llegara a obtener la mayoría absoluta.

Los diputados ya están elegidos al 90% antes del 26 de junio

26 de junioLos diputados ya están elegidos al 90% antes del 26 de junio porque por las encuestas ya se sabe casi con certeza cuantos diputados de cada lista van a ser elegidos en cada circunscripción.

En estos días, cuando los líderes de los partidos confeccionan las listas de candidatos, lo que realmente están haciendo es elegir a sus diputados. Por ejemplo, si el PSOE sabe que en Madrid lo más probable es que tenga seis diputados, el líder del partido cuenta con que puede elegir a seis diputados, quienes le deberán el favor. Esos seis diputados no los eligen por lo tanto los ciudadanos sino el líder de su partido. El diputado numero siete no está seguro y por eso el líder sitúa en la lista a alguien que tiene que darle alguna probabilidad pero no cuenta demasiado con él.

En el caso de la alianza en ciernes entre Izquierda Unida y Podemos la cosa es más descarada pues tienen que repartir las designaciones de diputados entre dos partidos diferentes. Cada uno de ellos sabe casi con certeza cuantos candidatos pasarán «el corte» en cada lista y están discutiendo cuantas sillas le corresponde ocupar a los favorecidos de cada uno de los dos partido.

El Partido popular tiene también muy claro que al hacer la lista está designando quienes van a ser diputados con una certeza próxima al 100% y es por lo tanto su líder quien elige. Y lo mismo puede decirse del restos de partidos políticos.

Lo que queda claro es que los diputados no son elegidos por los ciudadanos sino por los líderes de sus partidos. Los ciudadanos solo influyen para hacer «el corte» en cada lista, lo que a estas alturas «del partido» está ya bastante determinado.

 

Cómo vivir más y mejor

Cómo vivir más y mejor: ....una armonía que proporciona felicidad y prolonga la vida de [Serrano de Entrambasaguas, Guillermo]

Cómo vivir más y mejor te ayuda a conseguir tener una armonía en tu conciencia para reducir el estrés, tener las ideas claras y que tu cerebro trabaje con alto rendimiento.

Una tensión mental excesiva produce poco a poco deterioros orgánicos y enfermedades de las que la causa principal es el estrés. Las situaciones que afrontas a diario deforman tu visión de la realidad y te hacen acumular estrés y consumir más energía, lo que perjudica a tu salud y acelera el envejecimiento.

Para vivir más y mejor tienes que tener ideas claras, reflexionando cada cierto tiempo para restablecer la armonía en tu pensamiento y mejorar las respuestas emocionales del Subconsciente cuando tengas que reaccionar sin tiempo para pensar.

Te invito con «Cómo vivir más y mejor» a reflexionar sobre las cuestiones que afectan a tu vida diaria con la ayuda de 114 pautas, provisiones y cautelas. Son como 114 «píldoras», sobre las que puedes meditar y razonar hasta que tu Conciencia tome posición. Es una especie de «visita guiada» que no pretende adoctrinar sino provocar que tu pensamiento tenga sobre ellas sus propias conclusiones y puedan decantarse en el debate interno de tu Subconsciente.

Estas 114 reflexiones no incluyen de forma exhaustiva todas las que puedan ser fundamentales, pero son un conjunto coherente de cuestiones sobre las que tienes que tener ideas que no se contradigan ni necesites estar continuamente revisando.

Con ideas claras, tus esquemas mentales serán simples y coherentes y conseguirás una armonía mental que proporciona felicidad y prolonga la vida. Un fondo de paz y tranquilidad que te ayudará a obrar con acierto. El trabajo de tu cerebro será más eficiente y podrá extender su vida durante más años para permitirte vivir más y mejor.

Si sigues la disciplina que te propone «Cómo vivir más y mejor», tendrás una visión más simple y práctica del mundo que te rodea y arrojarás luz en tu Conciencia sobre muchos ángulos obscuros que te atormentan y condicionan. Es como tener un faro que ilumina tu camino para que no caigas en las trampas que la vida diaria te tiende.

Pactos de legislatura

imagesPor su actualidad, reproduzco a continuación lo que ya escribí en mayo de 2015:

Hay tres reformas que son necesarias en nuestro país y que no puede acometer ningún gobierno porque requieren pactos políticos:

1).- Modificar la Constitución para que los tres poderes del Estado sean realmente independientes y para que haya un sistema electoral en el que cada ciudadano tenga un diputado concreto que le represente y pueda a través de él participar en el desarrollo político si así lo desea.

2).- Reducir la estructura del Estado, el gasto y los impuestos, sin dejar de atender prioritariamente las necesidades sociales básicas.

3).- Dar prioridad a la educación y no contaminarla con doctrina ideológica para que haya un desarrollo libre del conocimiento y de la conciencia popular.

Un sistema electoral que garantice a cada ciudadano la “representación” y “participación” y la separación de los tres poderes del Estado son necesarios para que el sistema político sea una democracia y no una oligarquía.

La reducción de la estructura del Estado para suprimir gastos innecesarios e insostenibles pasa por la revisión del sistema de autonomías que cada vez se complica más y consume más recursos. Paradógicamente, los partidos mas entusiastas con la “igualdad” están tan contentos con que que las diecisiete autonomías vayan siendo cada vez más diferentes y crezcan los agravios comparativos para los ciudadanos.

El problema es que estos cambios requieren amplias mayorías y los políticos no están dispuestos a hacer pactos de este tipo. No tienen la categoría suficiente para entender estas necesidades ni para “ver” hacia el futuro y además anteponen sus propios intereses.

El líder del partido socialista ha sido explicito indicando que puede pactar con cualquier partido con la excepción del partido popular y los defensores del terrorismo, lo que supone destruir de antemano cualquier posibilidad de hacer estas reformas. Esta declaración dificulta también que haya mayorías de gobierno en muchas comunidades y ayuntamientos y también a nivel nacional. Dicho líder parece que apuesta por un “frente popular” que estaría lejos de hacer estas reformas. Esperemos que sus propios compañeros de partido le “muevan la silla” y haya mejores oportunidades en la próxima legislatura.

Opiniones innecesarias

opiniones innecesariasDar opiniones innecesarias sobre personas es algo que compromete, porque da demasiadas referencias de quien eres, de cómo piensas y de que se puede esperar de ti.

Las ideas que nos formamos de las personas, y la información que transmitimos de ellas con palabras, gestos y actitudes, son pistas gratuitas que damos sobre nosotros mismos.

Son pistas que califican o descalifican por mucho tiempo y pueden ser un lastre cuando hay que proyectar buena imagen. Pueden hacer perder oportunidades que están al alcance.

Dar opiniones es una tendencia natural en las relaciones humanas, pero no conviene comprometerlas sin necesidad.

Es paradigmática la contestación que dio Churchill cuando le preguntaron qué opinaba de los franceses: «No puedo opinar porque no los conozco a todos».

 

La primera impresión

DSC00616La primera impresión es a veces determinante. Nos puede caer simpática una persona sólo por su aspecto, sin haberla visto de cerca ni haber hablado con ella, pero también puede transmitirnos sin motivo malas vibraciones.

Las primeras impresiones surgen de emociones y sentimientos más que de la razón. Son valoraciones espontáneas que aunque no tienen fundamento predisponen a favor o en contra.

Después, podemos tener motivos concretos para confiar o desconfiar, pero las primeras impresiones, sean o no acertadas, duran bastante tiempo y cuesta cambiarlas.

Además, la percepción puramente emocional que podamos tener de una persona o de una situación determinada, no la guardamos sólo para nosotros sino que a veces la transmitimos, casi siempre sin necesidad, incluso añadiendo opiniones.

Pasado cierto tiempo podemos ya tener motivos más concretos para confiar o desconfiar de una persona.

Lo mismo sucede con la primera impresión que tienen de ti las personas con las que te relacionas.

Mírate al espejo de vez en cuando y medita sobre lo que tu imagen especular piensa de ti.

El PSOE tiene tres puntos débiles

partido socialistaCreo que el PSOE tiene tres puntos débiles que pueden influir negativamente en sus posibles votantes. El primero de ellos es el tono agresivo de las intervenciones del líder gritando «cabreado» en sus apariciones en la campaña electoral. Esos gritos provocan rechazo porque son una llamada de alarma directa al subconsciente.

El segundo punto débil es la insistencia en derogar leyes que se aprobaron con gobiernos del PP. Cualquier persona que piense un poco comprenderá que las leyes pueden mejorarse pero no hasta el punto de eliminarlas por completo, máxime si fueron aprobadas por la representación de la mayoría de los ciudadanos. Derogar leyes es como concepto un «tejer y destejer» que intranquiliza a cualquiera que piense en ello, sobre todo teniendo en cuenta que el PSOE ha gobernado 21 de los últimos 33 años.

El tercer punto débil es la continua, agresiva e innecesaria descalificación de los miembros del PP y de sus decisiones, lo que resalta su líder mucho mas extensamente que la descripción de su plan de gobierno. Es un punto débil por dos motivos. Primero porque habiendo gobernado el PSOE en 21 de los últimos 33 años, se le debe suponer con la experiencia suficiente para que su plan de gobierno convenza a los posibles votantes sin necesidad de basarlos en la descalificación e incluso los insultos a sus adversarios políticos.

El segundo motivo por el que la descalificación y los insultos constituyen una debilidad para el PSOE, es que hacen extremadamente difícil que a partir del 20 de diciembre próximo pueda haber una alianza entre el PP y el PSOE al estilo del gobierno de coalición en Alemania. Una alianza entre los dos partidos que tienen experiencia de gobierno, y tienen ya «situados» a los de sus entornos, sería muy eficiente para consolidar el desarrollo español en los próximos años. Sería también una solución contundente para resolver la incertidumbre política actual y evitar un gobierno precario que esté continuamente amenazado y pueda ser efímero como ha sucedido en Portugal.