Tantas circunscripciones como diputados

circunscripciones unipersonalesEn el debate que al parecer está teniendo lugar en la Comunidad de Madrid sobre la reforma de la ley electoral merece destacarse la propuesta de Gallardón de «tantas circunscripciones como diputados», propuesta que indica ya hizo en 1995. Esta fórmula de tantas circunscripciones como diputados permite que cada ciudadano tenga un diputado concreto que le representa y pueda estar en contacto con él para hacerle llegar sus ideas, opiniones y propuestas. El diputado sabe también a que ciudadanos concretos representa, lo que da contenido a su participación en la Cámara que tendrá que responder, por la cuenta que le trae, a la voluntad mayoritaria en su circunscripción.

Este sistema electoral de tantas circunscripciones como diputados, también denominado de circunscripciones unipersonales, es el sistema que está vigente en Francia, Reino Unido, Alemania (para la mitad de la Cámara), Nueva Zelanda, Canadá, Australia, y en Italia hasta que en 2005 se lo cargó Berlusconi. No es casualidad que las democracias occidentales tengan este sistema, porque es el único en el que realmente los ciudadanos pueden participar tanto como deseen día a día y no limitarse a echar una papeleta en una urna cada cuatro años que es lo que en nuestro país tenemos ahora.

Aznar ante el desafío soberanista

desafio soberanistaHoy, los medios de comunicación recogen las recientes declaraciones del ex-presidente Aznar ante el desafío soberanista y su mensaje de que «se debe poner fin al desfalco de soberanía nacional que se está llevando a cabo por parte del nacionalismo«. Son declaraciones que suenan bien e invitan a apoyarlas, pero no puede olvidarse uno de quien es Aznar y cuales fueron sus decisiones de gobierno cuando estaba en el poder.

Aznar asumió la presidencia del gobierno «cambiando cromos» con el nacionalismo catalán, lo que se tradujo en la transferencia a la Autonomía de Cataluña de las competencias de Educación y de Sanidad, nada menos que unos dos tercios del presupuesto. De repente, la oligarquía catalana se encontró administrando enormes cantidades de dinero, cuando ya se decía, incluso en sede parlamentaria, que por allí se cobraban comisiones de forma habitual, de lo que hoy en día tenemos noticias frecuentes. Mientras tanto el ex-presidente Aznar presumía de hablar en catalán en su casa en muestra de simpatía con el entorno de sus entonces aliados políticos. La ambición soberanista actual es consecuente con la necesidad de blindar el manejo de» la pasta».

Tampoco es ajena al desafío soberanista la decisión del gobierno Aznar de suprimir el servicio militar. Aparte de que pasar unos meses por la disciplina militar es positivo para la educación de la juventud, es en la milicia donde únicamente se inculcan los valores de la Patria y de la unidad en torno a la Bandera nacional. Los nacionalistas catalanes se apresuraron a sustituir el hueco ideológico que dejaba el servicio militar por el adoctrinamiento separatista sembrado en el sistema de educación que ya controlaban. Lo mejor que puede hacer Aznar ante el desafío soberanista es reconocer sus errores y en caso contrario guardar silencio.