Autonomía e independencia

autonomia e independenciaLo que no pueda resolver uno mismo nadie lo va a solucionar salvo casos muy concretos. Aparte de la tutela de los padres y de los lazos familiares más próximos estamos bastante solos en la sociedad y nadie va a echarnos una mano gratuitamente. En realidad todas las ayudas generan dependencias e incluso frustraciones, por lo que pedir ayuda es un último recurso.

En las relaciones personales no suele haber por lo general intereses ni compromisos, sino que simplemente se comparten momentos y ocupaciones. Si alguien hace un favor, lo normal es que sea correspondido con otro favor cuando se presenta la ocasión.

Sin embargo el favor genera dependencia si hay necesidad de pedir a alguien que resuelva algo sin estar seguro de poder corresponder. Cuando se contrata como un servicio, la contraprestación se compensa con dinero, pero cuando se trata de un favor queda siempre una deuda pendiente por mucho que no sea la intención de quien echa una mano.

La forma de convivencia más normal y menos comprometida requiere tener la autonomía e independencia necesarias para resolver los problemas por nuestra cuenta sin endosárselos a los demás sin nada a cambio y sin pedir favores que sean molestos de satisfacer.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *