Cómo vivir más y mejor

Cómo vivir más y mejor: ....una armonía que proporciona felicidad y prolonga la vida de [Serrano de Entrambasaguas, Guillermo]

Cómo vivir más y mejor te ayuda a conseguir tener una armonía en tu conciencia para reducir el estrés, tener las ideas claras y que tu cerebro trabaje con alto rendimiento.

Una tensión mental excesiva produce poco a poco deterioros orgánicos y enfermedades de las que la causa principal es el estrés. Las situaciones que afrontas a diario deforman tu visión de la realidad y te hacen acumular estrés y consumir más energía, lo que perjudica a tu salud y acelera el envejecimiento.

Para vivir más y mejor tienes que tener ideas claras, reflexionando cada cierto tiempo para restablecer la armonía en tu pensamiento y mejorar las respuestas emocionales del Subconsciente cuando tengas que reaccionar sin tiempo para pensar.

Te invito con «Cómo vivir más y mejor» a reflexionar sobre las cuestiones que afectan a tu vida diaria con la ayuda de 114 pautas, provisiones y cautelas. Son como 114 «píldoras», sobre las que puedes meditar y razonar hasta que tu Conciencia tome posición. Es una especie de «visita guiada» que no pretende adoctrinar sino provocar que tu pensamiento tenga sobre ellas sus propias conclusiones y puedan decantarse en el debate interno de tu Subconsciente.

Estas 114 reflexiones no incluyen de forma exhaustiva todas las que puedan ser fundamentales, pero son un conjunto coherente de cuestiones sobre las que tienes que tener ideas que no se contradigan ni necesites estar continuamente revisando.

Con ideas claras, tus esquemas mentales serán simples y coherentes y conseguirás una armonía mental que proporciona felicidad y prolonga la vida. Un fondo de paz y tranquilidad que te ayudará a obrar con acierto. El trabajo de tu cerebro será más eficiente y podrá extender su vida durante más años para permitirte vivir más y mejor.

Si sigues la disciplina que te propone «Cómo vivir más y mejor», tendrás una visión más simple y práctica del mundo que te rodea y arrojarás luz en tu Conciencia sobre muchos ángulos obscuros que te atormentan y condicionan. Es como tener un faro que ilumina tu camino para que no caigas en las trampas que la vida diaria te tiende.

Opiniones innecesarias

opiniones innecesariasDar opiniones innecesarias sobre personas es algo que compromete, porque da demasiadas referencias de quien eres, de cómo piensas y de que se puede esperar de ti.

Las ideas que nos formamos de las personas, y la información que transmitimos de ellas con palabras, gestos y actitudes, son pistas gratuitas que damos sobre nosotros mismos.

Son pistas que califican o descalifican por mucho tiempo y pueden ser un lastre cuando hay que proyectar buena imagen. Pueden hacer perder oportunidades que están al alcance.

Dar opiniones es una tendencia natural en las relaciones humanas, pero no conviene comprometerlas sin necesidad.

Es paradigmática la contestación que dio Churchill cuando le preguntaron qué opinaba de los franceses: «No puedo opinar porque no los conozco a todos».

 

La primera impresión

DSC00616La primera impresión es a veces determinante. Nos puede caer simpática una persona sólo por su aspecto, sin haberla visto de cerca ni haber hablado con ella, pero también puede transmitirnos sin motivo malas vibraciones.

Las primeras impresiones surgen de emociones y sentimientos más que de la razón. Son valoraciones espontáneas que aunque no tienen fundamento predisponen a favor o en contra.

Después, podemos tener motivos concretos para confiar o desconfiar, pero las primeras impresiones, sean o no acertadas, duran bastante tiempo y cuesta cambiarlas.

Además, la percepción puramente emocional que podamos tener de una persona o de una situación determinada, no la guardamos sólo para nosotros sino que a veces la transmitimos, casi siempre sin necesidad, incluso añadiendo opiniones.

Pasado cierto tiempo podemos ya tener motivos más concretos para confiar o desconfiar de una persona.

Lo mismo sucede con la primera impresión que tienen de ti las personas con las que te relacionas.

Mírate al espejo de vez en cuando y medita sobre lo que tu imagen especular piensa de ti.

El instinto

El instintoEl instinto es el olfato del subconsciente, un estímulo interior para conocer cosas sin tener que razonarlas. Nos hace tener comportamientos programados que pueden ser innatos o adquiridos.

Las tortugas marinas nacen sabiendo dónde tienen que poner sus huevos, igual que las aves marinas nacen conociendo que tienen que emigrar. Los peces van dejando de reproducirse cuando son ya demasiados en el estanque. Son comportamientos naturales heredados por los individuos de una especie. Los humanos también tenemos instintos primarios de huir del peligro, de confiar en alguien, de emocionarnos, de tener miedo…etc., inclinaciones que no se basan solo en experiencias sino que son conductas heredadas.

Pero igual que tenemos conocimientos instintivos programados en los genes, también somos capaces de programar en el cerebro esquemas instintivos de alerta a partir de nuestras conclusiones contrastadas. En realidad, los conceptos y valores que vamos destilando y que guían de nuestro pensamiento son fuente generadora de conocimientos instintivos. Las personas que han alcanzado un alto nivel de superación tienen la maestría de saber cosas por instinto. Tienen la capacidad de olfatear las cosas que perciben y contrastar de antemano el valor que tienen sin necesidad de tener que procesarlas en el ciclo de aprendizaje.

Vivir en libertad

Vivir en libertadPara poder vivir en libertad hay que haber seguido un largo proceso de aprendizaje, a lo largo del vivir de cada día, hasta situar en el subconsciente la libertad en lo mas alto de la escala de valores. La vida fácil y la excesiva protección parecería que proporcionan libertad, pero en realidad se trata de una libertad tutelada que no ha sido conquistada como valor en el permanente debate que tiene lugar en el subconsciente procesando la experiencia de vivir.

La libertad ocupa un lugar más importante en la escala de valores en la medida en que se hayan sufrido situaciones de angustia y desesperanza y tras largos periodos de sentirse oprimido, limitado y condicionado. Porque nadie te concede la libertad como un «kit» que puedas añadir a tu conciencia, sino que tiene que ir decantándose como un sentimiento imprescindible en el debate de tu conciencia tras largas experiencias en las que has tenido que ir ganando posiciones.

El sentimiento de ser libre es necesario para desarrollar la inteligencia, fortalecer la personalidad y enriquecer el conocimiento. Una mente libre es como un manantial, una fuerza generadora que fertiliza, mientras que una mente oprimida se encamina a formar parte del decorado irrelevante del escenario de la vida. Pero para sentirse libre hay que cuidar de no estar atado a circunstancias o intereses que te condicionen y para eso hay que estar siempre vigilante y evitar ataduras de las que no puedas zafarte si en algún momento pudieran restringir tu libertad.

Vivir en libertad es mas bien un sentimiento, pero tiene que corresponderse con una situación en la que seas lo más libre posible para decidir tus actos. En realidad una persona encadenada puede seguir sintiéndose libre, pero en este caso no se produce esa correspondencia y entonces el sentimiento de libertad es mas bien una realidad virtual fabricada por la inteligencia emocional que no aporta consecuencias útiles para la vida diaria.

Hay sin embargo quien su experiencia de vivir le ha llevado a aceptar estar muy condicionado por su entorno y llega incluso a tener miedo de vivir en libertad. Es el sentimiento de sentirse prisionero e incluso de tener que vigilarse a sí mismo. Puede llegarse incluso a ser feliz con ese sentimiento, aunque no es el camino para tener un autentico desarrollo de la personalidad y de la inteligencia emocional. Quien por el contrario, encuentra la forma de superar las ataduras que siempre hay en el ambiente en el que vive, podrá vivir en libertad y llegar muy lejos con su pensamiento. Aunque en realidad ello no necesariamente le conduce a la felicidad sino simplemente habrá aceptado un compromiso y habrá enriquecido su existencia. Tendrá más deseos de alcanzar el infinito y vivirá con más intensidad la locura de lo imposible.

El Modelo de conocimiento

Mode le conocimientoEl modelo de conocimiento es la gran obra de nuestro cerebro que alberga valores, criterios, principios, datos y procedimientos de todo lo que conocemos. Tiene una estructura de espacio y tiempo en la que situamos las personas e instituciones con las que nos relacionamos y la información de nuestras actividades y de las cosas que suceden con los detalles que puedan afectarnos.

El modelo de conocimiento es el compendio de nuestra historia, un archivo vivo a nuestra disposición que siempre estamos enriqueciendo. Es la crónica del mundo escrita en el cerebro, con nuestras verdades y nuestras leyes, versión única de la realidad que está vigente en nuestro pensamiento. Es una obra que vamos componiendo con el conocimiento adquirido y con los sentimientos. Una obra que tiene nuestro propio diseño e incorpora nuestros errores y nuestros aciertos. Unas partes del modelo son sólidas y firmes como vigas o columnas que sustentan el peso de nuestros recuerdos, mientras que otras son moldeables porque todavía las estamos revisando o porque se refieren a cosas desconocidas o que situamos en el futuro.

Nuestro modelo de conocimiento tiene rasgos particulares que le dan personalidad, igual que una obra arquitectónica tiene su fachada. Son rasgos de identidad que no pasan inadvertidos y suelen producir atracción o rechazo en otras personas. Pero también tiene partes más ocultas que albergan dudas, temores, preocupaciones y recelos. La amplitud y extensión que el modelo de conocimiento puede llegar a tener depende de la solidez y consistencia de nuestros criterios, y del equilibrio y armonía entre nuestras ideas, emociones y conceptos.

Si el modelo de conocimiento esté bien fundamentado y es consistente, flexible, y tiene armonía y equilibrio, siempre nos estaremos enriqueciendo con la experiencia y con el pensamiento. Entonces estaremos abiertos a nuevas experiencias y a nuevas ideas, y daremos menos importancia a las cosas materiales, a tener poder, o a fracasar o tener éxito, porque habremos conseguido tener un activo de valor incalculable que no puede medirse con dinero. Es un capital que vamos amasando muy despacio pero que no se deprecia con el tiempo. Sólo tiene jurisdicción en el interior de nuestra mente, aunque influye en las demás personas a través de nuestras relaciones personales, igual que también recoge influencias externas.

Quienes valoran en exceso lo que saben, se cierran a aprender y a evolucionar sin darse demasiada cuenta y no les queda otra trayectoria que envejecer y consumir sus reservas con cierta rapidez. Quienes están dispuestos a aprender y a superarse no se vinculan demasiado a sus propias ideas, sino que dejan que cuiden de sí mismas y se defiendan con su propia fuerza. De esta forma, las enseñanzas extraídas de la experiencia alimentan el mundo interior sin condicionarlo, que es como únicamente se puede tener libertad de pensamiento.

Tenemos que administrar el modelo de conocimiento como la única riqueza que tenemos, con la responsabilidad de fiscalizarlo y contribuir a la sociedad con nuestros mejores esfuerzos. Es la gran obra de nuestro cerebro que va a perdurar como un grano de arena en la noche de los tiempos.

La Percepción

La percepciónPor medio de la percepción los sentidos rastrean la realidad que vivimos y captan todo lo que tiene algún significado. Es como un radar por el que llega información nueva de todo lo que ocurre a nuestro alrededor, de los peligros sobre los que tenemos que estar alertados y de las oportunidades que pueden presentarse. Toda esta información se integra en nuestro modelo de conocimiento.

La percepción es una fuente importante de información que alimenta nuestro modelo de conocimiento. Si la percepción es deficiente, la idea que tenemos del mundo es insuficiente y somos menos conscientes de los problemas aunque podemos tener mayor atrevimiento  y asumir mayores riesgos, pero estamos también menos preparados para afrontarlos. Por el contrario, si la percepción nos aporta demasiada información, nuestro modelo de conocimiento es más completo y veremos todo más complicado y tendremos que desarrollar más ideas y profundizar más con el pensamiento. Seremos también más críticos con las cosas que hacemos y con lo que hacen las demás personas.

Cuando nos enfrentamos a situaciones nuevas se multiplica la atención de nuestros sentidos y somos como niños que estamos atentos a todo. Con el paso de los años nuestro modelo de conocimiento es cada vez más completo y necesita menos datos y los sentidos van perdiendo capacidad pero también trabajan menos. A mayor inteligencia necesitamos menos de los sentidos porque asimilamos mejor lo que percibimos. La capacidad de seleccionar la información es, por otra parte, la que determina la riqueza de nuestro modelo; porque no por disponer de más información vamos a tener más conocimiento, igual que no por comer más nos nutrimos mejor.

Procesar los recuerdos

Procesar los recuerdosDurante el sueño el cerebro se concentra en procesar los recuerdos grabados en la memoria. Los músculos están relajados y el organismo reposa en silencio sin actividad ni pensamiento consciente. Durante el sueño visualizamos imágenes ficticias como si fueran reales y las estuvieran captando nuestros sentidos. Unas veces son sueños placenteros, otras pesadillas, pero casi siempre son escenas en las que no nos involucramos demasiado ni nos provocan reacciones emocionales. En ocasiones, recordamos haber tenido sueños espeluznantes que soportamos sin sufrimiento, mientras que otras veces son pesadillas no justificadas por el episodio soñado.

En la etapa más activa del sueño abrimos los ojos y los movemos como cuando estamos despiertos. Pero el movimiento en este caso es muy rápido y las escenas se suceden a gran velocidad como sí rebobináramos los recuerdos de la memoria. No hay una edad determinada para el sueño, y todos soñamos todas las noches, función sin la que una persona no puede seguir viviendo por mucho tiempo. Sin embargo, cuando tenemos menos edad soñamos más, o al menos así nos lo parece, e incluso recordamos más lo que soñamos. Hay sueños clásicos que todos tenemos de forma más o menos parecida como caer al vacío, o volar, experiencia tan fascinante que cuesta descartarla al despertar.

Lo normal es que un sueño conserve todos sus matices en nuestra conciencia sólo algunos instantes. Después queda una leve referencia que ni tan siquiera nos es posible contar. Sólo algunos sueños muy concretos, o muy repetitivos, dejan en nosotros un recuerdo que conservamos y podemos describir. Un episodio soñado puede ser absurdo o difícil de encajar en una escena real, lo que muchos tratan de explicar atribuyéndole un contenido simbólico que nos quiere expresar o anunciar cosas. La interpretación de los sueños ha sido materia de estudio y todavía entretiene y hace perder el tiempo a mucha gente. Porque la función fundamental del sueño es el aprendizaje subconsciente resultante de procesar los recuerdos de las experiencias vividas, extraer de ellas conocimiento abstracto y fabricar reflejos y reacciones automáticas que enriquecen nuestra inteligencia emocional.

La Sugestión

La sugestionLa sugestión es una forma de dominio que unas personas ejercen sobre otras haciendo llegar mensajes sin censura a lo más profundo de la mente. Por medio de la sugestión entran por los sentidos ideas y conceptos ajenos que se incorporan al pensamiento como si fueran parte de la propia experiencia. Quien tiene una vida activa, llena de contrastes y experiencias, tiene suficientes conceptos y valores propios y es poco sugestionable, pero quien tiene una vida pausada, está muy expuesto a recibir sugestiones que llenen el vacío de la falta de ideas propias.

Optar por una “vida fácil”, renunciando a tener ideas propias y a ser independiente, tiene la contrapartida de ser satélite de otras personas. Por el contrario, el esfuerzo continuo de superación es una lucha por tener ideas propias y capacidad de influencia. La vocación de ser independiente y tener criterio propio supone mayor esfuerzo pero también adquirir más experiencia. Las personas de criterio suelen tener una personalidad consistente y no es fácil influir en ellas si no es por la vía del razonamiento. Tienen la ventaja, pero también el compromiso de influir en los que les rodean.

La sugestión sirve para exportar ideas a otras personas, tanto para manipularlas como para ayudarlas. La utilización positiva ayuda a que las personas aprovechen mejor sus experiencias, en cuyo caso la sugestión es una fuerza que une a las personas y alinea sus voluntades. Es un puente de unión entre las conciencias de las personas por el que circulan las ideas que tienen fuerza.

La sugestión viene a ser como la fuerza de la gravedad que organiza el mundo de las ideas. Una fuerza que va tejiendo un entramado de ideas y conceptos que conecta las mentes de las personas y forma un universo de conciencias colectivas tan complejo como el mundo de los astros y planetas.

Las opiniones comprometen

Las opinionesMuchas veces somos demasiado ligeros aventurando opiniones sobre personas o sobre determinadas cuestiones sin advertir que las opiniones comprometen porque dan demasiadas referencias de quienes somos, de cómo pensamos y de que se puede esperar de nosotros.

Las ideas que nos formamos de las personas, y la información que transmitimos de ellas con palabras, gestos y actitudes, son pistas gratuitas que damos sobre nosotros mismos. Son pistas que nos califican o descalifican por mucho tiempo y pueden ser un lastre cuando necesitamos proyectar buena imagen. Nos pueden hacer perder oportunidades que están al alcance.

Opinar sobre las personas es una tendencia natural en las relaciones humanas, pero no es conveniente hacerlo sin necesidad porque las opiniones comprometen. Un buen ejemplo es lo que contestó Churchill cuando le preguntaron qué opinaba de los franceses: «No puedo opinar porque no los conozco a todos».