Despertar del sueño olímpico

sueño olimpicoAhora que han pasado unos días del despertar del sueño olímpico, nos damos cuenta de que era un imposible. En primer lugar ya era cuestionable la primera candidatura de Madrid en competencia con Londres, teniendo en cuenta sobre todo que hacía poco que la Olimpiada tuvo lugar en Barcelona que no cabe duda de que es parte de nuestro país. Perdida la votación por un muy estrecho margen, parecía que la próxima era ya la nuestra, sin querer darnos cuenta que era probable que las dos próximas olimpiadas correspondieran a América y a Asia.

Sin embargo insistimos otra vez y además se hicieron cuantiosas inversiones anticipando un éxito en la elección de Madrid que era más que improbable. La tercera vez consecutiva era una quimera porque resulta difícil batir a Tokio cuando el turno está más hacia Asia. Además, la cuestión de que el 80% de la infraestructura estaba ya hecha, lejos de ser un factor positivo era disuasorio para un ejercito olímpico que vive de la dinámica de revisar las instalaciones en curso. La presentación final no era determinante, pero merece destacarse la buena presentación del Presidente de la Comunidad de Madrid y del Príncipe, ambos con mejor imagen expresándose en ingles que cuando lo hacen en español.

Queda también la preocupación de haber invertido en infraestructuras que han resultado ser innecesarias y su contribución a la deuda tan elevada que tiene el Ayuntamiento de Madrid. Los sueños faraónicos hay que pagarlos y lo malo es que esa parte nos corresponde a los ciudadanos sin haber sido consultados al respecto. El despertar del sueño olímpico parece que también comienza a desinflar el proyecto Eurovegas que contaba con el empujón que la convocatoria olímpica hubiera supuesto para sus hoteles. Aunque uno no sabe si es bueno o malo que Madrid acabe siendo la ciudad verbenera de Europa.

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