El mito de la transparencia

el mito de la transparenciaEn nuestro país se está asentando la cultura de poner parches a problemas profundos que requieren cirugía y un ejemplo de ello es el mito de la transparencia, el mito de que legislando que las instituciones tengan transparencia puede evitarse la corrupción y el derroche de dinero público. En lugar de endurecer las penas, agilizar los procesos judiciales, blindar a la justicia de influencias políticas, y hacer auditorias independientes, los políticos se limitan a plantear leyes de transparencia.

Todo será más observable pero todo seguirá igual al amparo de un sistema en el que los corruptos no devuelven el dinero robado, los procesos judiciales se eternizan, las fianzas se reducen a discreción, la prisión preventiva es solo testimonial, los plazos de prescripción se apuran y los indultos se prodigan. El mito de la transparencia puede generar nuevos cargos públicos a expensas de los ciudadanos, como quizás el Comisario de la Transparencia, el Consejo Nacional de Transparencia, los asesores de Transparencia, los comités regionales….etc. Mientras tanto se está cociendo una ley para que no se airee en los medios noticias que afecten a los imputados.

Desde luego la transparencia es necesaria y mas que una ley especifica debería ser un hecho cultural que no necesita leyes para su aplicación, pues «va de soi» que los ciudadanos tenemos derecho a saber en que se gasta el dinero público. Lo que realmente necesitamos es un sistema electoral basado en circunscripciones uninominales y la independencia del poder judicial. Estando debidamente representados los ciudadanos, teniendo la posibilidad de participar, y con una justicia independiente, habría una base sólida de transparencia y una represión más efectiva de los delitos de corrupción.

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