El peligro de las sectas integristas

sectaLas sectas presentan su cara más amable a quienes quieren incorporar como miembros. Si alguien nos ofrece una visión trascendente de la sociedad humana, y pretende influir en nuestra forma de pensar para comprometernos con valores y principios, hasta el punto de que su cumplimiento sea lo más importante en nuestra vida, tenemos que comprobar como primera medida que esto se produce en un ambiente de debate en el que tenemos nuestra libertad asegurada, porque es muy posible que estemos en peligro de entrar en una secta.

Aunque estemos convencidos de ser dueños de nuestros actos, no por ello podemos confiarnos, porque las apariencias son siempre positivas para quien se encuentra avanzando en el camino de entrada en una secta. Y este camino no tiene fácil retorno.

La secta es un colectivo de esclavos barato y dócil que está al servicio de los intereses de sus dirigentes. Su discurso no aporta valores humanos que ayuden a un progreso real espiritual, sino visiones finalistas que tienen la falsa apariencia de que merece la pena seguirlas para “arreglar el mundo”, acompañadas del mensaje de que el paso por la vida es puro sacrificio.

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