El sistema electoral está blindado y es inaceptable

esta blindadoEl sistema electoral está blindado y el ciudadano no conoce quien es su representante político, sencillamente porque no lo tiene. Los diputados representan a quien les incluyó en la lista y están comprometidos con la disciplina de voto. Ningún ciudadano puede exponer sus puntos de vista ni hacer propuestas porque no tiene a quien dirigirse con el compromiso de ser atendido. Y si no hay representación no puede haber participación.

El Gobierno central, los gobiernos autonómicos, los diputados o senadores, los partidos políticos…etc.,  no tienen comunicación directa con los ciudadanos y por lo tanto desconocen lo que piensan. Solo les interesa lo que dicen las encuestas y los resultados electorales cada cuatro años sobre las listas y programas que presentan los partidos cocinados a espaldas del pueblo. El sistema vigente garantiza que uno de los dos partidos mayoritarios, en este momento el partido Popular, gobierne durante cuatro años sin participación ni representación ciudadana aglutinando los tres poderes del Estado. Ambos partidos están satisfechos con repartirse el poder alternando sus mandatos según los resultados.

La situación está blindada y es imposible que los dos partidos mayoritarios se pongan de acuerdo para reformar la ley electoral para que haya verdadera representación política y para que cualquiera que lo desee pueda participar a través de su representante. Tampoco es posible que se pongan de acuerdo para reformar la Constitución y garantizar una separación de poderes actualmente inexistente. Tampoco para otras actuaciones necesarias para garantizar la sostenibilidad del Estado hoy amenazada.

Es increíble que nadie levante la voz para denunciar este déficit democrático. Muchos hablan de la regeneración democrática sin reparar en que la única forma de que haya representación y participación es con el sistema mayoritario de circunscripción uninominal que es el que está vigente en los países democráticos desarrollados. Lamentablemente cada vez que se comenta públicamente sobre el sistema electoral se alzan voces pidiendo la proporcionalidad entre votos y escaños, que es todavía peor que lo existente, o las listas abiertas que ya fracasaron en la segunda república y que las tenemos en el Senado sin que sirvan para nada. La presión ciudadana tendría que concentrarse en exigir el sistema electoral con circunscripciones uninominales porque lo demás vendrá por añadidura.

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