El sueño ocupa un tercio de nuestra vida

sueñoEl sueño ocupa un tercio de nuestra vida que es demasiado para que solo sirva para descansar.

Durante el sueño nuestro organismo puede descansar y reponerse porque no tiene que atender a las demandas de la voluntad y del pensamiento consciente. Sin embargo, durante el sueño nos concentramos intensamente en la actividad del mundo interior que reside en nuestra memoria.

Soñamos rápidas y variadas experiencias ficticias que parecen enteramente reales. Unas veces son sueños placenteros, otras pesadillas, pero casi siempre son episodios en los que no nos involucramos demasiado ni nos provocan reacciones emocionales. En ocasiones recordamos sueños espeluznantes que soportamos sin sufrimiento, mientras que otras veces recordamos pesadillas que no se justifican por el episodio soñado.

Son escenas que visualizamos en la retina como si las captaran nuestros sentidos. En la etapa más activa del sueño abrimos los ojos y los movemos como si estuviéramos despiertos, movimiento que en este caso es muy rápido sucediéndose las escenas como sí rebobináramos los recuerdos de la memoria y los pasáramos a gran velocidad por la retina.

En realidad lo más importante que se produce en el sueño es el proceso de las experiencias vividas para que germine el conocimiento en el cerebro. Merece la pena que sigamos elaborando sobre esto.

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