Inmensidad del Universo

universoLa inmensidad del universo es inimaginable. En pocos años hemos pasado de creer que la Tierra es el centro del universo a comprobar que no somos casi nada. El simple Sol, que es una estrella enana, es 1.300.000 veces más grande que la Tierra y está alejado 150 millones de Km. El viaje a la estrella más próxima, la Alfa del Centauro, tardaría 135.000 años viajando a la velocidad de la nave Voyager, es decir unas 30 veces el tiempo transcurrido desde que apareció la cultura humana.

Nuestra galaxia, la Vía Láctea, se estima que tiene unos 100.000 millones de estrellas y en el universo se estima que hay unos 800.000 millones de galaxias. Una inmensidad de la que además no tenemos ni idea de cómo es en realidad, pues las imágenes que nos llegan a los telescopios están deformadas por el factor tiempo. El Sol lo vemos donde estaba hace 8 minutos, que es lo que tarda en llegar la imagen, y a medida que enfocamos el telescopio a regiones cada vez más lejanas contemplamos escenas más antiguas en el tiempo, sin saber siquiera si siguen existiendo.

La teoría de la relatividad nos dice que el universo hay que considerarlo en el espacio-tiempo y que la velocidad de la luz es constante (300.000Km./segundo). No niega  que puedan existir velocidades superiores pero dice que requeriría energía infinita, que es lo mismo que negarlo. Esta constante de la velocidad de la luz se ha impuesto de tal manera que la definición del metro como unidad de longitud ha pasado de ser “la distancia entre dos marcas de una barra de platino que se conserva en Paris” a la distancia recorrida por la luz en 0,000000003335640952 segundos. Las distancias se miden ahora en función de la velocidad de la luz y del tiempo que ésta tarda en recorrerlas.

Sin embargo hay ciertas experiencias de laboratorio en las que al parecer se han alcanzado velocidades superiores a la de la luz, lo que no es incompatible con la teoría de la relatividad cuando se trata de elementos sin masa. Si llegáramos a tener un telescopio que recibiera imágenes a una velocidad ampliamente superior a la hoy asumida de la luz, veríamos un universo posiblemente muy diferente, aunque quizás también sería más o menos lo mismo por estar  en continua expansión. El mundo de lo infinitamente pequeño es todavía más difícil de entender. La mecánica cuántica lo define con probada exactitud en términos matemáticos pero su apreciación no cabe en la mente humana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *