Animales

animalesLos «animales» tienen tendencia a integrarse en grupos sociales y a asumir las ideas de sus líderes. Están seducidos por el impacto emocional que tienen los ideales de colectivización e igualdad de los individuos. Aceptan sin controversia la cultura del grupo y no tienen demasiadas oportunidades de expresar libremente sus ideas. Son partidarios de neutralizar el dominio excesivo de las personas y de eliminar los abusos y privilegios. Creen en el esfuerzo colectivo para resolver los problemas de la sociedad y consideran que la iniciativa individual tiene supeditarse a los intereses del grupo.

En un ambiente dominado por animales los individuos tienen poca influencia, salvo los que pertenecen a las minorías de control. Los que tienen poder cuidan de los valores e intereses colectivos según ellos los interpretan y no aceptan que otras personas puedan discrepar, sobre todo si se trata de independientes. Los líderes deciden sobre los intereses colectivos, para lo que son autoritarios, incluso tanto como los vegetales.

En una sociedad “animal” las instituciones se desarrollan de abajo hacia arriba con lo que tienden a crecer más de lo necesario y a ser burocráticas. Derivan en organizaciones pesadas, en las que las decisiones pasan por largos procesos que condicionan las soluciones. No hay en ellas cultura de razonar y debatir las situaciones y se apoyan mucho en la programación y en la inercia de los sistemas y procedimientos de producción.

Muchas personas se quedan estancadas en el ideal de que todos seamos iguales y estemos supeditados al interés común. Otras van balanceando más la razón sobre las emociones y advirtiendo que conviene que haya un cierto equilibrio entre los intereses de los grupos y los de los individuos, con lo que van acercándose a la estación cerebral.

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