Los ciudadanos estamos marginados

marginadosEn nuestro país, los ciudadanos estamos marginados. Cada cuatro años, en las elecciones generales, municipales o autonómicas, nos dan a elegir entre varias listas de candidatos con nombres casi desconocidos, y una vez cumplido el trámite electoral, ya no podemos tener ninguna otra intervención en el curso de la legislatura ni podemos plantear ninguna propuesta, ni tan siquiera canalizar nuestras opiniones, sobre las materias de interés común o sobre las que particularmente nos afecten.

La participación ciudadana está limitada a dar un «cheque en blanco» a un partido político y a partir de ahí no hay ningún canal de comunicación que permita a los ciudadanos dirigirse a los candidatos electos pues nadie tiene un representante a quien dirigirse. A partir de ahí, los candidatos electos solo tienen que ser fieles a su partido porque solo representan a quien les incluyó en la lista. La soberanía popular reside en los partidos en vez de residir en los ciudadanos y el partido gobernante controla los tres poderes del Estado.

Los políticos de la transición diseñaron para la era «democrática» un sistema lleno de privilegios para la clase política en el que los ciudadanos estamos marginados. Es similar al de la dictadura, aunque ahora haya dos cabezas que se turnan. Pasados casi cuarenta años, va siendo hora de que cambie el sistema y pueda atenderse el derecho natural de cada ciudadano a tener un representante político para poder participar y a disponer de información completa y transparente. En concreto:

1). Reforma del sistema electoral implantando la circunscripción uninominal para que cada ciudadano pueda votar a quien quiere que le represente de forma que el candidato electo se deba a sus representados antes que a la disciplina del partido.

2). Publicación detallada de actas, resoluciones, presupuestos, inversiones, gastos, deuda.…etc. en internet para que los ciudadanos y asociaciones de ciudadanos puedan consultarlas sin tener que depender de las noticias, siempre con algún sesgo, que de vez en cuando aparecen en los medios.

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