Monarquía o República

Monarquia o republicaIzquierda Unida presentó ayer en el Parlamento una moción para convocar un referéndum sobre Monarquía o República, moción que lógicamente fue desestimada. Seguramente volverán a plantearlo y seguirán exhibiendo banderas republicanas en sus manifestaciones, sea para lo que sea que las convoquen. Es materia de consumo para tontos universales que pierden el tiempo y consumen sus energías en una cuestión que es irrelevante para el desarrollo del país y para el bienestar de los ciudadanos.

En la Unión Europea hay repúblicas y hay monarquías y a los ciudadanos no les afecta en su vida diaria, en sus derechos y obligaciones, o en su economía, que la institución suprema del Estado sea de una u otra condición, porque las decisiones que realmente les afectan son las del poder ejecutivo, es decir las del Gobierno, con independencia de que haya monarquía o república. En el caso de Francia el Presidente tiene algunas competencias ejecutivas, lo que no es el caso de España, donde el Rey tiene funciones meramente representativas y no interviene en las decisiones del Gobierno.

La alta representación del Estado se ejerce en España normalmente con estabilidad, con eficacia y con costes razonables. La alternativa de que fuera un órgano elegido cada cierto tiempo y bajo la disciplina de un partido político no tiene sentido hoy por hoy si se trata de funciones representativas. Lo que se supone quieren los representantes de Izquierda Unida es que el Presidente de la República asuma poderes ejecutivos, lo que lleva a una elección en la que todos sus votos a nivel nacional pueden tener peso suficiente para lograr cuotas de poder y colocaciones, subvenciones y prebendas. Ya tenemos suficiente con la «casta política» que nos gobierna como para crear otra más.

Lo que realmente importa es que los tres poderes del Estado sean independientes, que no lo son, y que los ciudadanos estén representados y puedan participar, lo que hoy no es el caso ya que nuestro sistema electoral obliga a que los ciudadanos deleguen su soberanía en los partidos políticos. El sistema electoral español «canta» demasiado como para que no se enteren los políticos ni los ciudadanos. Basta con ver que en EEUU, Francia, Alemania, Reino Unido, Japón, Canadá, Nueva Zelanda,…etc, cada ciudadano elige a su representante político en circunscripciones uninominales y puede tratar los asuntos políticos con su representante tan frecuentemente como desee.

Cuando se haga la principal transformación de que haya circunscripciones uninominales, se separen los tres poderes del Estado, se suprima el Senado, se eliminen subvenciones a patronales, sindicatos y partidos políticos, ….etc., entonces podrán plantearse cosas más sutiles como la forma en que queremos que esté representado el Estado.

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