Votar en contra

votar en contraLos políticos no suelen explicarnos de forma convincente porque hay que votarlos sino que mas bien nos argumentan para votar en contra de sus opositores. Con el sistema electoral vigente no votamos a las personas que queremos que nos representen sino que tenemos que elegir un partido y su lista ya precocinada de representantes. El ciudadano no va a tener un diputado con nombre y apellidos que le represente y no va a poder participar ni plantear absolutamente nada durante la legislatura, limitándose a elegir un partido cada cuatro años. Es como si votáramos a una marca comercial, y los políticos nos venden en efecto su marca como si fuera una fragancia, sin molestarse en detallar como proponen resolver los problemas de la sociedad ni tan siquiera identificarlos razonadamente sin demagogia.

Lo que resulta sorprendente es que no nos «vendan» la marca de forma positiva explicando las virtudes que tiene y porqué es una marca confiable, sino que lo que hacen es atacar a las marcas contrarias, principalmente a la que les parece que compite mas con ellos. Hacen la campaña invitando a votar en contra, y este marketing negativo lo exhiben continuamente durante la legislatura. El principal partido de la oposición no dice con precisión que acciones emprendería en el lugar de las que critica del Gobierno, sino que se limita a descalificar una por una las iniciativas del gobierno con mensajes demagógicos que pretenden llegar al subconsciente de los ciudadanos. Lo mismo hace el partido que gobierna descalificando a sus adversarios. Sería inconcebible que la Coca Cola hiciera su campaña de marketing descalificando a la Pepsi Cola señalando terribles consecuencias en caso de consumirla, o que en lugar de resaltar la calidad del Chanel nº 5 la firma Coco Chanel propagandeara lo nefastas que son las fragancias de Guerlain.

Como esto es lo que hay, el ciudadano suele ir a las urnas a votar en contra, es decir a votar a quien mejor se opone al partido que más rechazo le produce. A mí me gustaría poder votar a una persona concreta y que quien resultara elegido en mi hipotética circunscripción uninominal fuera mi representante y pudiera a través de él participar tanto como desee, pero como lo que tengo que echar en la urna es una papeleta de un partido, aunque no me guste ninguno tengo que votar en contra y escoger al que mejor se opone al que más rechazo me produce. Mientras no cambie el sistema electoral y se adopten circunscripciones uninominales, lo más eficiente sería admitir la posibilidad de votar en contra para que quien lo desee pueda expresar de forma directa que partido le produce más rechazo. Sería congruente con la forma en que hacen propaganda los partidos y quedaría mucho más patente cual es la voluntad ciudadana. Un voto en contra simplemente descontaría en lugar de sumar.

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