Pedagogía catalana

bandera nacionalLa pedagogía catalana adoctrina a los niños desde hace treinta años para facilitar la consolidación de la oligarquía catalana y la riqueza económica de la clase dirigente. Es un programa barato, porque se financia con fondos públicos utilizando las escuelas públicas y las televisiones públicas, e incluso se ve reforzado por colaboradores minoritarios ocasionales que de vez en cuando queman banderas españolas e imágenes del Rey. Empezó con un sistema electoral en el que todo se cuece en los partidos y en muchas ocasiones hay que «comprar» votos para poder gobernar, de lo que la oligarquía catalana ha arrancado importantes concesiones políticas y económicas a los gobiernos centrales de turno.

Cuando, gobernando el partido popular, se traspasaron las competencias en sanidad y educación a cambio de apoyo parlamentario, la oligarquía catalana pasó de repente a administrar una enorme suma de presupuesto que asciende en torno al 65% del total. Entonces comenzaron a acelerar su actividad pedagógica para asegurar que no había marcha atrás, lo que precisaba llegar al 100% es decir a la separación de Cataluña del Estado Español. Encontraron en el camino la oportunidad de arrancar una reforma constitucional a cambio nuevamente de apoyo parlamentario. Entonces gobernaba un presidente que decía que la unidad de España era discutible, lo que cuidó de no mencionar antes de ser elegido.

Ahora estamos en la pedagogía catalana de un referéndum que no permite la Constitución y quieren hacer los cambios necesarios para conseguirlo y controlarlo. Ya han conseguido que el partido socialista contemple que se puede cambiar la Constitución si lo que se pretende hacer no cabe hoy en ella, lo que da una idea de como consideran normal pasarse las leyes por el forro. Y el colmo de la caradura es el de ese político catalán de izquierda con cara de pocos amigos que dice que los ciudadanos catalanes pueden ser independientes pero además españoles (muy a su pesar supongo), está claro que para «chupar» de todos los beneficios derivados de la nacionalidad española. Es decir teta y sopas.

A pesar del programa cuidadosamente planificado de pedagogía catalana, no parece que la demanda separatista cuente con un apoyo mayoritario en Cataluña. Afortunadamente la mayoría de los catalanes demanda de sus políticos que se centren en administrar el bien común y saquen a la economía catalana de la situación actual próxima a la quiebra y se dejen de hacer demagogia y jugar con las emociones y sentimientos de los ciudadanos.

Despertar del sueño olímpico

sueño olimpicoAhora que han pasado unos días del despertar del sueño olímpico, nos damos cuenta de que era un imposible. En primer lugar ya era cuestionable la primera candidatura de Madrid en competencia con Londres, teniendo en cuenta sobre todo que hacía poco que la Olimpiada tuvo lugar en Barcelona que no cabe duda de que es parte de nuestro país. Perdida la votación por un muy estrecho margen, parecía que la próxima era ya la nuestra, sin querer darnos cuenta que era probable que las dos próximas olimpiadas correspondieran a América y a Asia.

Sin embargo insistimos otra vez y además se hicieron cuantiosas inversiones anticipando un éxito en la elección de Madrid que era más que improbable. La tercera vez consecutiva era una quimera porque resulta difícil batir a Tokio cuando el turno está más hacia Asia. Además, la cuestión de que el 80% de la infraestructura estaba ya hecha, lejos de ser un factor positivo era disuasorio para un ejercito olímpico que vive de la dinámica de revisar las instalaciones en curso. La presentación final no era determinante, pero merece destacarse la buena presentación del Presidente de la Comunidad de Madrid y del Príncipe, ambos con mejor imagen expresándose en ingles que cuando lo hacen en español.

Queda también la preocupación de haber invertido en infraestructuras que han resultado ser innecesarias y su contribución a la deuda tan elevada que tiene el Ayuntamiento de Madrid. Los sueños faraónicos hay que pagarlos y lo malo es que esa parte nos corresponde a los ciudadanos sin haber sido consultados al respecto. El despertar del sueño olímpico parece que también comienza a desinflar el proyecto Eurovegas que contaba con el empujón que la convocatoria olímpica hubiera supuesto para sus hoteles. Aunque uno no sabe si es bueno o malo que Madrid acabe siendo la ciudad verbenera de Europa.