Maestros en chupar dinero público

chupar dinero publicoEl sistema político que tenemos en nuestro país es una maquinaria autocrática que fabrica sin cesar maestros en chupar dinero público. El ciudadano no puede votar a un candidato concreto para que le represente sino que ha de votar a la papeleta de un partido político, con lo que los diputados elegidos solo representan a quien les puso en la lista. La trayectoria de un político no depende del servicio a los ciudadanos y al bien común sino de la fidelidad que profese a los padrinos que puedan incluirle en una lista electoral o le designen para un cargo público.

Hay políticos honestos a los que solo les guía el bien común pero también es cierto que abundan los maestros en chupar dinero público de lo que los medios de comunicación y los tribunales dan noticia a diario. Sea para propio beneficio, sea para colocar amigos y familiares, sea para hacer obras de las que puedan cobrar comisiones, sea para satisfacer delirios de grandeza o sea por falta de conocimiento y preparación, lo cierto es que el dinero público se derrocha alegremente sin que los ciudadanos puedan hacer otra cosa que echar una papeleta a la urna cada cuatro años para votar a un partido que va a continuar con lo mismo.

Mientras tanto nos entretienen con ideologías que a la mayoría de los ciudadanos nos importan una higa, porque en la Europa occidental y en el siglo XXI la justicia social y la igualdad son valores que cualquier gobierno debe proteger. Lo que verdaderamente importa es la honesta administración del bien común para lo que hay que simplificar la estructura de la administración del Estado, eliminando subvenciones a partidos políticos, sindicatos, patronales, fundaciones políticas….etc., Senado, televisiones públicas, empresas públicas innecesarias, coches oficiales, asesores, cargos nombrados a dedo,….y todo lo demás que se pueda recortar para poder reducir los asfixiantes impuestos que tienen que pagar los ciudadanos para mantener esta maquinaria de derrochar dinero público.

Lo malo es que no parece que ni quienes tienen el poder ni quienes pueden tenerlo estén por la labor de administrar austeramente el bien común y eliminar a los maestros en chupar dinero público. Si existiera buena voluntad al respecto, los dos partidos mayoritarios comenzarían por cambiar el sistema electoral por uno basado en circunscripciones unipersonales en el que cada ciudadano tendría su representante concreto y podría participar en el desarrollo político tanto como desee. Este sistema convendría además a ambos partidos porque garantizaría la mayoría absoluta a uno de ellos, aunque con toda una nueva «maquinaria» de control ciudadano para neutralizar a los maestros en chupar dinero público.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *