Paco Valencia

Ayer perdí a uno de mis amigos, Paco Valencia, con quien compartí seis años en la universidad y en el servicio militar. Hacía tiempo que no nos veíamos pero seguía siendo un amigo entrañable. Su ausencia deja un sentimiento de soledad, amargura y tristeza. Descanse en paz.

Al ir cumpliendo años te vas dando cuenta que lo que te ata al mundo son las relaciones humanas muy por encima de todo lo demás. De ellas hay un núcleo duro que es la familia y otro casi igual de duro y en ocasiones incluso más que son los amigos de verdad.

Más superficialmente te relacionas con otros amigos, que en realidad son simples conocidos, a veces con mucha frecuencia, y también con otras personas más desconocidas que ocasionalmente se cruzan tu camino. También con desconocidos e incluso con personas hostiles.

A veces la frontera entre los amigos y los simplemente conocidos no se dibuja con claridad. Te vas dando cuenta con los años y con experiencias muy concretas que lo prueban, pero entretanto es muy común situar equivocadamente a quienes más conoces del lado de los amigos.

Por lo general, los verdaderos amigos se hacen en la infancia o en la juventud, cuando la convivencia es más prolongada y no hay intereses significativos en juego. También porque compartes aventuras y emociones que no son frecuentes después en las relaciones profesionales.

350 circunscripciones electorales

El sistema electoral basado en circunscripciones electorales uninominales, es decir, en circunscripciones en las que se elige a un solo diputado, es el que rige en las principales democracias representativas, como por ejemplo: Francia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda….etc. Cada ciudadano tiene su representante político que es el diputado elegido en su circunscripción y a través de él puede participar en las actividades parlamentarias comunicando sus ideas y propuestas, que pueden ser determinantes en la medida en que el representante político considere que tienen aceptación mayoritaria en su circunscripción.

La aplicación de este sistema electoral en España supone dividir el censo en 350 circunscripciones electorales, de forma que el censo electoral que a fecha 1 de marzo de 2011 era de 35.615.336 (incluyendo residentes en el extranjero), quedaría integrado por 350 circunscripciones electorales de 101.758 electores cada una, en las que se elige a un único representante.

El diputado elegido en cada circunscripción sería directamente responsable ante sus electores de todas y cada una de las acciones y propuestas legislativas que desarrollara en la cámara legislativa así como del uso de su voto como diputado. Si el diputado no es consecuente con la línea de actuaciones que apoyan de forma mayoritaria sus electores, su posición como representante se debilita y o bien no es reelegido o acaba siendo sustituido durante la legislatura si la circunstancia se plantea de forma mayoritaria en la circunscripción. La disciplina de partido no es determinante y queda supeditada al interés de los electores de la circunscripción.

El representante político elegido en cada circunscripción debe mantener un contacto directo con todos los electores de la circunscripción a través de una oficina del diputado, o por e-mail, o directamente por teléfono. Por su propio interés tiene que atender a todos, pues aparte de ser su obligación legal, no sabe de cada ciudadano si es o no es uno de sus votantes ni la influencia que tiene en el vecindario.

Con este sistema de representación y participación, cada ciudadano puede participar si lo desea, por si mismo o asociado con otros electores de la circunscripción, en todas y cada una de las materias que se debatan y voten en el Congreso. También puede desentenderse y limitarse a votar cada cuatro años, que es lo único que actualmente podemos hacer en España ante la falta de representación existente.

Este sistema electoral de circunscripción uninominal es denostado por los partidos que son minoritarios en casi toda la geografía, porque tendrían una representación casi nula, pero los que tienen que estar representados no son los partidos sino los ciudadanos. Para los partidos nacionalistas este sistema es prácticamente neutro porque en sus regiones tendrían también apoyo similar los diputados que presenten.

Con este sistema se consiguen además amplias mayorías para gobernar, pero siempre con la amenaza de poder perder rápidamente ese apoyo mayoritario si se extiende el descontento entre los ciudadanos. Es preferible un gobierno fuerte con una amplia mayoría siempre amenazada, que un gobierno débil que tiene que comprar caras las votaciones y que sin embargo no tiene amenazada su continuidad aunque sea odiado por la mayoría de los ciudadanos.

Con este sistema las minorías están también mejor representadas porque pueden defender sus ideas circunscripción por circunscripción y asunto por asunto, y no como ocurre en la actualidad que las causas minoritarias no son atendidas por nadie, porque los partidos minoritarios defienden sus propias causas y no las puntuales de ciudadanos concretos.

Este sistema no es en vano el que han adoptado las democracias de los países más avanzados, o quizás son los más avanzados por tener este sistema de representación y participación. En España debería ser debatido con urgencia porque es la piedra angular de los problemas de agotamiento político, económico y social que padecemos.

Gobierno de concentración

En las circunstancias actuales las cuestiones ideológicas pasan a segundo plano y lo que hace falta es un gobierno de concentración porque lo que está planteado es la supervivencia. Las decisiones de gobierno tienen que ser necesariamente drásticas y la forma más eficaz de ejecutarlas es con el respaldo de una amplia mayoría, la que solo puede alcanzarse con un gobierno de concentración. La eliminación del déficit, el crecimiento de la economía y el sistema electoral serían las cuestiones más urgentes.

La eliminación del déficit tiene que abordarse con el criterio de no gastar más de lo que se ingresa, no solo legislando en consecuencia sino también recortando lo que haga falta los presupuestos del Estado. No se puede conseguir el objetivo con medidas parciales de simple efecto mediático o con medidas destinadas a dar confianza a los mercados. Es preciso cortar gastos de forma efectiva y contundente para eliminar el déficit con urgencia.

El crecimiento de la economía puede verse comprometido por las medidas de reducción del gasto, por lo que hay que adoptar también medidas urgentes para relanzar las actividades productivas y mercantiles. Un flexibilización total del mercado laboral, aunque de momento fuera por un determinado periodo de tiempo, facilitaría que se emprendieran nuevos negocios.

La disponibilidad de internet con ADSL en todas las zonas rurales facilitaría también el emprendimiento de nuevos negocios que en zonas urbanas no son viables y contendría una nueva ola de migración de gente que no puede prescindir de esta infraestructura. Quizás podría imponerse como medida regulatoria a los concesionarios de servicios telefónicos, en lugar de endosarles cargas ajenas como es la compensación a la televisión estatal por la pérdida de ingresos publicitarios.

La reforma del sistema electoral es un paso previo necesario para la regeneración democrática del sistema político. Un sistema basado en circunscripciones uninominales, que es el que tienen las principales democracias, permitiría que hubiera representación política y participación de los ciudadanos. Proporcionaría además amplias mayorías de gobierno sin que por ello deje de estar el gobierno vigilado e incluso amenazado por los ciudadanos. También es el sistema que mejor garantiza la defensa de los intereses minoritarios.

Estando representados los ciudadanos y existiendo un cauce de participación, las demás reformas legislativas vendrán por añadidura como fruto de la voluntad ciudadana y no como imposiciones del gobierno de turno.

Excesos verbales de altos responsables

De vez en cuando aparecen en los medios declaraciones imprudentes con excesos verbales de altos responsables que tienen a su cargo instituciones importantes. Estas declaraciones no son consideradas por el entorno político-social como opiniones de una determinada persona sino como expresión formal de la institución que dirige de la que es dirigente y portavoz.

Cuando un alto responsable es apartado de la institución que dirige, sus opiniones dejan de tener importancia, igual que les ocurre a ellos mismos. Dicen que el primer síntoma de la irrelevancia en la que cae un cesado es que dejan de sonar los teléfonos. Es decir que ni siquiera les piden ya opinión.

Pero un alto cargo en ejercicio habla por boca de la institución que dirige y tiene que ser responsable de las consecuencias que sus declaraciones pueden generar. Un ejemplo son las conclusiones de la Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional de que los riesgos para la economía mundial están aumentando, expresadas en su discurso del pasado día 27 de agosto en Jackson Hole y enfatizadas en unas declaraciones al semanario Der Spiegel advirtiendo del riesgo de una recesión mundial.  Sus palabras fueron en gran medida la causa de un desplome del 5% de los mercados de renta variable.

No se entiende como puede ser tan radical una persona que acaba de llegar al cargo y se supone no tiene por lo tanto maestría suficiente para ser tan concluyente ni para endosar las opiniones e informes que le suministren. Pero aunque tuviera firme convencimiento de sus conclusiones, tendría que guardarlas para sí y expresarse con moderación y prudencia, como suelen hacerlo los responsables de los bancos centrales. Igual que si tiene exceso de gases los contiene sin evacuarlos en público.

Se supone que una persona de este nivel no actúa por interés personal, pero también tendría que tener en cuenta lo de la mujer del César, máxime si tiene cuestiones pendientes con la justicia.

La burbuja humana

En los últimos años hemos visto explotar la burbuja inmobiliaria, la burbuja de los activos financieros tóxicos, la burbuja de las “.com”,…etc., y aunque en todos los casos se barrunta antes de producirse, los economistas dicen que “las burbujas” no pueden detectarse claramente hasta que explotan. No obstante, los medios de comunicación difunden opiniones de los expertos y son bastante activos en tratar estas amenazas, especialmente desde que comenzó la crisis global actual.

Sin embargo, no hay demasiada inquietud en debatir públicamente sobre la gran burbuja de superpoblación humana que se puede estar formando. Se estima que la población humana no superaba los 200 millones de habitantes hace mil años y a principios del siglo XIX era de unos 1000 millones. Desde entonces se duplicó en tan solo 123 años alcanzando los 2000 millones en 1927, después de la primera guerra mundial. En 1960, tan solo 33 años después los habitantes del planeta tierra eran ya 3000 millones, con otra guerra mundial por medio.  Desde entonces cada 14 años la población crece 1000 millones alcanzando los 7000 en este año que comienza.

Entretanto el PIB mundial, que estuvo estancado hasta el siglo XIX, comienza a crecer significativamente y en los últimos 50 años lo hace de forma casi “vertical”.

En los años 70 se publicó el informe del Club de Roma “Los límites del crecimiento” en el que se concluía que el colapso mundial estaba próximo y sería inevitable si el hombre no cambiaba su actitud frente al medio ambiente y la utilización de los recursos. Los más optimistas sin embargo sostienen que la población mundial se duplicará pero que cambiara la tendencia de crecimiento hasta estancarse.

El deterioro del medio ambiente es un problema que todos los países están tratando y de momento parece que se están dando soluciones. El problema de la alimentación es más acuciante y no está claro que pueda haber soluciones ante un crecimiento explosivo de la población. La producción de alimentos no es el problema, pues las modernas tecnologías permiten multiplicar los cultivos y las cosechas, pero la distribución no está resuelta. De hecho muere a diario mucha gente de hambre en el mundo.

El problema de la distribución se acrecienta con la realidad de que la población crece mucho más deprisa en las zonas más deprimidas.  Donde no hay bastante comida  se multiplica la población a alimentar mientras que en las zonas ricas hay superabundancia. La ONU propone el “desarrollo con equidad”, buscando el bienestar de toda la población preservando el medio ambiente. Una cuadratura del círculo en la que la humanidad debe enfrentarse al desafío de alcanzar un razonable equilibrio entre población y producción de alimentos sin deteriorar el ambiente.

Ello requiere reducir el coste ecológico del desarrollo y el coste social del propio crecimiento de la población, lo que implica importantes decisiones a nivel mundial en materia de salud, educación, condiciones de trabajo, seguridad social, viviendas, ….etc. La espiral del crecimiento parece que va mucho más deprisa que la voluntad política de resolver los desafíos que plantea.

Las Ideologías

Las ideologías están orquestadas por centros de poder para servir a sus intereses. Están destinadas a colonizar la inteligencia emocional de la gente para que no piensen en los problemas de la vida diaria con criterio propio. Utilizan como vehículo de sus mensajes la formación desde edades tempranas, la comunicación mediática y la demagogia política.

Sin embargo, la realidad de la vida diaria de las personas está muy alejada de las cuestiones ideológicas y los problemas que los ciudadanos tienen a diario no se resuelven con idearios políticos, salvo que se trate de un político que vive de ellos. Máxime si la única intervención política que puede tener un ciudadano es votar cada cuatro años.

Las cosas que realmente afectan de forma determinante la vida de las personas son las cuestiones económicas y sociales. La ideología que debe de seguir de forma prioritaria un gobernante es ser austero, honrado, administrar prudentemente el bien común, desarrollar proyectos que cuenten con muy amplia mayoría, practicar la justicia social y no perpetuarse en el poder.

Salirse de estos parámetros es entrar en el juego de los intereses de los partidos, y en los negocios que se cuecen en sus alrededores, que no benefician al ciudadano sino a los que viven de medrar en la política.

Las ideas y las creencias

Las ideas y las creencias son cosas diferentes. Igual que una cosa es tener ideas claras y otra tener ideas fijas. Las ideas claras no hace falta revisarlas ni defenderlas, porque ellas mismas llevan toda su razón de ser. Las ideas fijas en cambio no tienen otra razón que la fuerza de quien las defiende.

Las personas de mente abierta dudan de sus ideas y las están siempre revisando hasta que llegan a tenerlas claras. Las personas de mente cerrada adoptan y defienden con firmeza ideas que consideran válidas sin enjuiciarlas.

Es muy frecuente que la gente exprese opiniones dejándose llevar por emociones o sentimientos sin contrastar si son razonables. Comprometen su opinión en cuestiones de las que no tienen más noticias que las que les llegan a través de amigos o medios de comunicación.

Las ideas adoptadas sin la debida reflexión se convierten para bien o para mal en creencias.

Equilibrio presupuestario

Es una vergüenza que se tenga que reformar la Constitución para que en España haya equilibrio presupuestario. Mas vergüenza todavía es que los partidos regionalistas, los de Izquierda comunista, los sindicatos, los indignados y otros grupos marginales, consideren que lo normal
es gastar más de lo que se puede y que para tener equilibrio presupuestario tiene que aprobarse en referéndum.

El referéndum lo tenían que haber convocado en su día para que los ciudadanos aprobaran gastar más de lo que se puede y acumular tanto déficit y tanta deuda.

Los dos sindicatos más importantes están en contra de la reforma constitucional , seguramente porque barruntan que el ajuste presupuestario les pueda recortar las generosas subvenciones que reciben. Critican que sea Alemania el promotor de la reforma, quizás porque pueden llegar a pedir que los sindicatos españoles sean como los alemanes, que se financian exclusivamente con las cuotas de sus miembros.

Tanto los sindicatos como lo partidos de izquierda comunista señalan que el equilibrio presupuestario es ideología de derechas, cuando el alto déficit y la deuda elevada conducen al encarecimiento del crédito, al paro, a subidas de impuestos y a recortes sociales, todo ello afectando a los sectores más débiles de la sociedad como hemos podido comprobar. El equilibrio no tiene ideología, como tampoco la tiene la ley de la gravedad o el ángulo recto.

Vergüenza dan también los partidos nacionalistas que consideran que no hay que hacer la reforma pero están dispuestos a considerarla positiva si se la compran. Los canarios quieren un régimen especial, los catalanes decidir ellos el déficit y limitar la solidaridad entre comunidades autónomas, los vascos autodeterminación. No les importa que sea bueno o malo para España y sus ciudadanos.

Menos mal que por una vez se han puesto de acuerdo los dos partidos mayoritarios. A España le conviene tener gobiernos mayoritarios y todo cambiaría en esa dirección si el sistema electoral estuviera basado en circunscripciones uninominales. Además estaría garantizada la representación y participación de los ciudadanos y los intereses minoritarios estarían mucho mejor defendidos. Aquí sí que tendría que haber un referéndum para dar la oportunidad a los ciudadanos de aprobar este sistema electoral.

Diez mandamientos políticos que deberían cumplirse

mandamientos políticosHay diez mandamientos políticos que deberían cumplirse en una democracia cierta, genuina y verdadera:

Austeridad, honradez, transparencia y déficit cero.

Elección directa del jefe del poder ejecutivo.

No subvenciones a partidos políticos, sindicatos y patronales.

Poder judicial autónomo e independiente.

Una sola cámara legislativa.

Representación política cierta genuina y verdadera con circunscripción electoral unipersonal

Control central del presupuesto, gasto, inversiones, deuda e impuestos.

Protección de los derechos humanos y libertades individuales.

Justicia social e igualdad de oportunidades.

Unidad de mercado.

Inmensidad del Universo

universoLa inmensidad del universo es inimaginable. En pocos años hemos pasado de creer que la Tierra es el centro del universo a comprobar que no somos casi nada. El simple Sol, que es una estrella enana, es 1.300.000 veces más grande que la Tierra y está alejado 150 millones de Km. El viaje a la estrella más próxima, la Alfa del Centauro, tardaría 135.000 años viajando a la velocidad de la nave Voyager, es decir unas 30 veces el tiempo transcurrido desde que apareció la cultura humana.

Nuestra galaxia, la Vía Láctea, se estima que tiene unos 100.000 millones de estrellas y en el universo se estima que hay unos 800.000 millones de galaxias. Una inmensidad de la que además no tenemos ni idea de cómo es en realidad, pues las imágenes que nos llegan a los telescopios están deformadas por el factor tiempo. El Sol lo vemos donde estaba hace 8 minutos, que es lo que tarda en llegar la imagen, y a medida que enfocamos el telescopio a regiones cada vez más lejanas contemplamos escenas más antiguas en el tiempo, sin saber siquiera si siguen existiendo.

La teoría de la relatividad nos dice que el universo hay que considerarlo en el espacio-tiempo y que la velocidad de la luz es constante (300.000Km./segundo). No niega  que puedan existir velocidades superiores pero dice que requeriría energía infinita, que es lo mismo que negarlo. Esta constante de la velocidad de la luz se ha impuesto de tal manera que la definición del metro como unidad de longitud ha pasado de ser “la distancia entre dos marcas de una barra de platino que se conserva en Paris” a la distancia recorrida por la luz en 0,000000003335640952 segundos. Las distancias se miden ahora en función de la velocidad de la luz y del tiempo que ésta tarda en recorrerlas.

Sin embargo hay ciertas experiencias de laboratorio en las que al parecer se han alcanzado velocidades superiores a la de la luz, lo que no es incompatible con la teoría de la relatividad cuando se trata de elementos sin masa. Si llegáramos a tener un telescopio que recibiera imágenes a una velocidad ampliamente superior a la hoy asumida de la luz, veríamos un universo posiblemente muy diferente, aunque quizás también sería más o menos lo mismo por estar  en continua expansión. El mundo de lo infinitamente pequeño es todavía más difícil de entender. La mecánica cuántica lo define con probada exactitud en términos matemáticos pero su apreciación no cabe en la mente humana.